Morgan Rogers se está saliendo y es el nuevo invento del técnico vasco en este tramo final de temporada. Dos goles en los dos últimos partidos.
El Villa cotiza al alza, en Premier como quintos y con el puesto europeo asegurado, y en Conference en semifinales, con un claro culpable del éxito: Unai Emery. La temporada en Inglaterra suele hacerse larga, y acaba ganando el que más recursos saca a escena… Y el conjunto de Birmingham ha sido uno de los más versátiles en cuanto a jugadores empleados. Ahora, un nuevo éxito para el propio Emery: Morgan Rogers.
Se trata de un extremo realmente corpulento (1,87 m), de 21 años, que en conducción es complicadísimo de parar, y que acostumbra a jugar por la izquierda a pierna cambiada, ya que es diestro. Buena definición y buen golpeo, letal en tres cuartos de campo con espacios. En Inglaterra le comparan con Marcus Rashford, y en Francia, con Bradley Barcola. Quizá, menos habilidoso que estos dos últimos.
Monchi le echó el ojo en el mercado de invierno para terminar fichándole por casi 10 millones de euros, después de tan solo cinco meses con el Middlesbrough en segunda división. Además, las lesiones le lastraron en el inicio de temporada, por lo que la apuesta de la comitiva española que dirige deportivamente el Villa era aún mayor.
Antes de fichar por el ‘Boro’ este verano, encadenó cesiones mientras aún pertenecía al Manchester City. Una joya de la academia ‘cityzen’ que no pudo ver la luz con el primer equipo de Guardiola, y que ahora se sale en el máximo nivel del fútbol inglés. Se une a los Palmer, Sancho, y compañía. Obviamente en el primer equipo tampoco hay sitio para todos.
Es una de las sensaciones de las últimas semanas en la Premier League, tras dos flamantes actuaciones
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